Ecologistas en Acción recuerda que este domingo, 22 de abril, es el Día de la Tierra. Esta celebración, con más de 40 años a sus espaldas, debe servir para reflexionar sobre la inviabilidad de nuestro modelo de desarrollo actual, que necesitaría de varios planetas para que pudiéramos mantener nuestro nivel de consumo. Para la organización ecologista, es imprescindible que nos ajustemos a los límites que marca nuestro territorio y que hagamos un reparto equitativo de los recursos disponibles.
Hace ya 42 años, en 1970, una gran cantidad de ciudadanos y ciudadanas estadounidenses se movilizaron para alertar sobre la fragilidad del planeta. Esta gran movilización, que se considera como el nacimiento del actual movimiento ecologista, fue bautizada con el nombre de Día de la Tierra (Earth Day).
Desde entonces se ha venido dando un fenómeno paradójico. Por un lado, cada vez existe más información y evidencia sobre la sobreexplotación a la que estamos sometiendo a los recursos naturales de nuestro planeta. Pero, por otro, esta utilización de los recursos no deja de crecer, al tiempo que el reparto de su utilización es cada vez más desigual e injusto, tanto entre los diferentes países como en el interior de cada Estado.
Los estudios científicos no dejan lugar a dudas: en los últimos 40 años hemos perdido el 30% de la biodiversidad del planeta mientras que hemos duplicado nuestra demanda de recursos naturales. Hace ya mucho tiempo que la Tierra no dispone de suficientes recursos como los que dilapidamos cada año, por lo que nuestro consumo reciente se hace a costa no solo de lo que produce cada año el planeta, sino de sus reservas, dejando a las generaciones futuras un territorio cada vez más empobrecido y contaminado.
Los problemas vienen tanto del lado de las fuentes de los recursos –pérdida de bosques, agotamiento de caladeros de pesca, pico del petróleo, pérdida de suelos fértiles, etc.– como de los sumideros a los que arrojamos nuestros residuos –exceso de CO2 en la atmósfera lo que genera cambio climático, contaminación de suelos, de las aguas continentales y océanos, etc.–. El único camino posible para que nuestra existencia sea viable es, pues, la reducción de nuestra huella ecológica, la disminución drástica del uso de recursos naturales, el que nos ajustemos a los límites físicos de nuestro territorio.
Pero Ecologistas en Acción quiere recordar que no basta con reducir nuestro consumo de recursos. Tan importante como ello es que hagamos un reparto equitativo de estos recursos. De hecho, el injusto reparto de la riqueza, aparte de ser inadmisible desde un punto de vista ético y moral, ocasiona una gran cantidad de problemas ambientales, bien por consumo excesivo, bien en el otro extremo por generar degradación ambiental para tratar de sobrevivir.
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